Te Invito
Un día cualquiera de un mes indeterminado, la noche me invito a compartir con ella su vida. Un poco asustado por dicha propuesta inicialmente decliné pero al reflexionar de inmediato acepte el desafío!
Locura? No lo sé…. Negra, larga, y tenebrosa noche me dije a mi mismo, así será. Tímidamente nos fuimos adentrando en un mundo mágico lleno de música, declamadores, juego de luces con sombras multicolores y toda clase de aromas imperceptibles para la cotidianidad diurna, a medida que el tiempo avanzaba, los minutos se encogían, las lechuzas me miraban fijamente preguntándose…
Qué hace el aquí? Los reptiles hacían gala de sus adornados abrigos y los elegantes mamíferos nos entretenían con sus historias; pero esto no paraba aquí, mariposas revoloteaban parecían una coreografía sin fin alrededor de los reflejos que la luna regalaba a los invitados, las laboriosas hormigas escribían en el suelo mensajes con movimiento propio y los árboles nos regalaban una danza que en ninguna parte vi! Sin percatarme, en un momento, yo era parte de una alegoría sin fin, las largas y tediosas noches de desvelo pasaron a ser aventuras de un mundo fascinante; un mundo con vida propia que por ignorancia o miedo decidimos dejar ir para quedarnos en la claridad de nuestra verdad, la luz.
Hoy después de un ayer emotivo y sin par, romántico por momentos, interesante en todo instante, me pregunto porque tantos le temen a la noche, porque asociamos la noche con la oscuridad, con malas experiencias, con la poca verdad?
Hoy después de ayer te invito a darle la oportunidad a la noche de conquistarte, de aprender lo que un día creíste que no era. Hoy ya puede ser, te invito a abrirle la puerta a otra verdad.
El Llanero
Rodrigo Echeverry