Todos estamos expuestos a estar en contacto con energías inarmónicas, nocivas para nuestro cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. No solo son creadas por nosotros mismos por situaciones inadecuadamente procesadas, sino por aquellas personas con las que estamos en contacto diariamente con estados negativos, conflictivos; como también, los lugares públicos en los que hemos estado, medios de transporte que hemos usado, o en nuestra oficina. Son energías que pueden adherirse no solo a nuestra ropa, a nuestros cuerpos sino que van a ir quedando depositadas en nuestras casas, en el carro o en lugares de trabajo.
Es importante mantener el orden, la limpieza tanto física de la casa, como también mantenerla libre de energías densas o de cargas etéricas inarmónicas.
Podemos ayudarnos siguiendo algunas guías básicas como:
Cuando lleguemos a casa podemos quitarnos los zapatos, cambiarse de ropa, ojala tomar un baño de limpieza energética primero con sal marina y luego con aceites esenciales.
Podemos adicionar vinagre blanco a los líquidos que usamos con regularidad para limpiar los gabinetes o en la lavadora de ropa.
Abrir las ventanas, las cortinas, permitir que el sol y el aire mueva y renueve las energías estancadas.
Evitar el humo de cigarrillo.
Evitar situaciones de conflicto o discusiones pues estas emociones van quedando depositadas en el ambiente y en la memoria de las paredes.
Ambientar el lugar con música de relajación, de inspiración, de meditación.
Hacer uso de la aromaterapia teniendo en cuenta las propiedades y las cualidades de las esencias.
Usar inciensos para limpiar el campo energético.
Usar velas con aromas, pintar las paredes con colores armónicos y que den un ambiente de tranquilidad.
Colocar cristales que sean capaces de limpiar y trasmutar las energías.
Utilizar lámparas de sal que son generadores de iones o colocar una fuente de agua que recicle las energías ambientales.
Revisar nuestras pertenencias periódicamente y regalar lo que no esté en uso y sea de ayuda para otros.
Eliminar objetos viejos, descompuestos, rotos, con memorias que no lleven en si alegría, bienestar.
Evitar noticieros, películas de conflicto, dolor y violencia.
Las plantas naturales, las mascotas son excelentes fuentes y recicladores de energía.
Reducir el tiempo de exposición a computadores, televisores, hornos microondas, celulares y lámparas fluorescentes.
Crear tiempos donde se comparta con alegría con conversaciones positivas y de esperanza.
Respirar profundamente en momentos de agitación, para lograr retomar la calma.
Aprovechar la naturaleza con todas sus bondades para nutrir todos nuestros sentidos.
Meditar, hacer yoga, mantralizar, orar, leer un buen libro.
Y lo más importante darnos cuenta que cada momento tiene su tiempo, su espacio, sus características que debemos aprovechar al máximo para nuestro mejor vivir en todos los aspectos de nuestras vidas y ser capaces de reconocer cuando estamos llevando cargas energéticas que fácilmente podemos disolver.
Si necesitas ayuda para purificar y armonizar tu espacio de una forma más profunda, contáctame, con mucho gusto puedo ir a tu lugar, medirlo por medio de la radiestesia y buscar la forma más adecuada de recuperar el flujo y la armonía energética.