Recuerda al Señor,
Que mora en tu interior, desarrolla la conciencia de que Dios está contigo.
El Señor te parece distante solamente porque tu atención está dirigida hacia al exterior, hacia la creación, y no hacia el interior, hacia Él. Cuando quiera que tu mente se eche a vagar en medio de la confusión de miríadas de pensamientos mundanos, condúcela pacientemente de regreso al interior, enfocándola sobre el recuerdo del Señor que allí mora. Y así, llegara el día en que le llevaras siempre contigo, un Dios que te habla en tu propio lenguaje, un Dios cuyo rostro te atisba desde cada flor, desde cada arbusto, desde cada brizna de hierba. Entonces dirás: “Estoy libre! La gloriosa túnica del Espíritu me viste; vuelo de la tierra al cielo en alas de la luz”.
¡Y como se consumirá tu ser de gozo!
En el Santuario del Alma
Paramahansa Yogananda