Orar en tu aposento….
Aquel cuya respiración, vida y sentimiento están en calma, puede tener una fe nacida de la intuición; por el contrario, las personas emocionalmente inquietas no pueden poseer tal fe. El cultivo de la calma intuitiva requiere el desarrollo de la vida interior. Cuando la intuición se halla suficientemente desarrollada, aporta una compresión inmediata de la verdad. Esta maravillosa realización está a tu alcance y la meditación es el camino que conduce a ella.
Medita con paciencia y perseverancia. Al lograr un estado de calma cada vez más profundo, entraras en el reino de la intuición del alma. A través de las épocas, los seres que alcanzaron la iluminación fueron aquellos que recurrieron a ese mundo interior donde se establece la comunión con Dios. Jesús dijo al respecto: “Cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre que está allí, en lo secreto, te recompensará”. Sumérgete en el Ser, cerrando las puertas de los sentidos, dejando atrás las inquietudes del mundo, y Dios te revelara todas sus maravillas.