Las Mariposas
A través de la historia, las mariposas han sido frecuentemente asociadas a manifestaciones de carácter mitológico y religioso en las diferentes culturas. La mariposa es el único ser viviente capaz de cambiar su estructura genética la cual ocurre durante su proceso de metamorfosis cuando el ADN de la oruga al entrar en el capullo es distinto al ADN de la mariposa en que se transforma.
En la antigüedad se creía que esta maravillosa transformación, la metamorfosis de oruga a una hermosa mariposa era similar al viaje del alma del cuerpo terrenal, a un cuerpo espiritual. Este proceso está asociado a los viajes entre los diferentes mundos en busca del conocimiento que nos enriquece y ayuda a evolucionar. Al hacer un paralelo entre la muerte de nuestro cuerpo físico y el momento en que la mariposa emerge de su capullo. El cuerpo humano es nuestra casa temporal y del cual debemos emerger a un estado más elevado.
Simboliza la inmortalidad, el renacimiento y la resurrección. Al principio los griegos relacionaban a la mariposa con la energía femenina, más tarde crearon la diosa “psyche” que era representada con alas de mariposa simbolizando la psiquis o el alma, la cual pensaban que salía por la boca de las personas al morir en forma de mariposa o de una niña alada.
Los celtas reconocían a las mariposas como hadas y creían que eran pequeños seres voladores con poderes sobrenaturales. Los mayas creían que eran las almas de los guerreros que habían muerto en las batallas o en sacrificios, y que acompañaban al sol por cuatro años para convertirse después en mariposas. Para el cristianismo representan la resurrección y la inmortalidad como lo corto que es el ciclo de la vida y lo efímero de la belleza terrenal. Dice la filosofía oriental que si una mariposa se posa y permanece un tiempo en ti, eres una persona de alma pura y con mucha suerte.
La mariposa también simboliza la ligereza, la inconstancia, la inspiración. Es el símbolo de la transformación total, representa la necesidad de cambio y de mayor libertad a través de la valentía. Es la posibilidad que tenemos al morir, de “renacer”, de trascender nuestras limitaciones terrenales y elevarnos a través del potencia de nuestro ser en la luz, mediante nuestra propia transformación.
La energía del amor, el vuelo, la libertad de la mariposa son estados que siempre anhelan los humanos, los cuales nos ayudan a movilizar los bloqueos emocionales que solo nos llevan a estados de tristeza y melancolías que por su baja vibración nos alejan de las energías puras de amor, alegría.
Si observamos, la vida de las mariposas es muy corto, quizás un día o unos pocos meses, pero que con su vuelo juguetón, alegre y libre en su danza con el viento, el contraste de sus múltiples colores y su delicada visita de flor en flor, nos recuerdan que la vida se debe disfrutar al máximo sin importar cuan corto sea el tiempo que estemos en ella.
Cuenta la leyenda que unos jóvenes que se encontraban con un sabio maestro intentaron hacerle una broma y a alguno se le ocurrió lo siguiente; si cojo una mariposa y la guardo en mi mano cerrada y al preguntarle entonces al maestro si está viva o muerta; si el maestro dice que está muerta, abriré la mano y la mariposa saldrá volando. Si responde que esta viva, apretare el puño y la matare, de esta forma nunca podrá darme la respuesta correcta. Al hacerle la pregunta al maestro, este respondió: “todo depende de ti“.
“El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”
(proverbio chino)