El sabio
Y decía el Guru:
“En el Ser no existe el pensamiento porque este es producto del raciocinio de la mente, una mente humana que necesita que todo tenga una explicación, una respuesta al por qué.
El Ser tiene un conocimiento que fluye sin necesidad de pasar por el ángulo estrecho del ego, de la mente pensante. Solo aquel que llega y es capaz de creer en sí mismo encuentra la dirección correcta del conocimiento interno, cuya raíz siempre será el conocimiento absoluto y total de la divinidad manifestada en el elemental arcaico del humano.
Bastaría solo con volcar toda nuestra inquietud incesante de la mente hacia el vacío de lo absoluto para comprender sin comprender, sino vivenciar un conocimiento que no tiene principio ni fin, no está comprimido en un espacio porque en todas partes esta, existe, es. No tiene presencia porque no la necesita, es una manifestación absoluta del que Es. La cual ni siquiera necesita de palabras para ser entendida, pues ella por si sola es capaz de penetrar y aclarar las mentes más estrechas, producto de la necesidad y el ansia de control, ni siquiera en ellas mismas, sino en el de los demás,
Una de las manifestaciones más antiguas de la mente humana está plasmada en el orgullo de lo que aquellos ignorantes creen que son, solo por lo que pueden demostrar a sus hermanos, lo que ellos no son.
El sabio que nace, que es, desde la sabiduría interna, el genuino sabio nunca dará muestra de su sabiduría pretendiendo que ella sea la que le dé un escalafón ante los demás.
El sabio nunca mirara por encima de ningún humano porque la verdadera sabiduría solo reconoce a la divinidad interna en cada uno de ellos, no importa si su evolución es precaria o no. El solo fluirá en la sabiduría interna que el Padre necesite que sea manifestada.
La humildad de reconocerse como ser, es lo que permite que el orgullo y las malas intenciones de aquellos que pretenden, con el valor que ellos mismos le han dado a su pedestal, aplastar a sus inferiores. La humildad, es la que nunca permitirá que al verdadero sabio lo toquen o lo dañen, en sus palabras, sus pensamientos, sus sentimientos; pues el orgullo solo existe en el corazón y en la mente del tonto que se cree sabio.
Al orgulloso lo encontraras prodigando su sabiduría en los dos extremos, o con su voz prepotente o con su voz que no es casi escuchada. El primero porque cree que solo así está demostrando su poder, su inteligencia; y el segundo porque piensa que su voz, que su sapiencia, solo pueden llegar a los que realmente lo merecen que lo escuchen y aprendan de él. Y si lo observan detenidamente encontraras solo un ego que es incapaz de reconocerse a sí mismo.
El verdadero sabio tendrá un equilibrio hasta en el tono de su voz, ni tan alto que agreda o pisotee, ni tan bajo para no ser escuchado.
Cuando no encuentres como llegar ni siquiera a ti mismo, o no encuentres las palabras sabias para llegar a los otros, simplemente recurre al silencio para que la mente se pierda en el vacío de tu ser y sea anulada por este, así nuevamente encontraras la calma y el equilibrio para permitir que nuevamente sea el interno el que dirija tu paso en el difícil camino del humano en búsqueda de la realización del ser.”
De nuestro corazón para el tuyo con profundo amor y respeto!
Gracias por esta página tan linda
Llena de luz y amor
Por las enseñanzas que aquí encontramos
Es un espacio de paz
Abrazo de luz