El Maestro Espiritual, el último recurso
Un aspirante a la realización espiritual se fue a la selva, y atravesando penosamente la espesa vegetación de aquella región infestada de peligros, escuchó el amenazador rugido de un león; inmediatamente se trepó a un árbol de baniano tratando de escapar de la fiera, pero el león lo descubrió entre las ramas y se puso a dar vueltas alrededor del árbol. Estando arriba del árbol, aquel hombre fue atacado por un oso y tuvo que colgarse de dos raíces que bajaban por las ramas del árbol, asiéndose a cada una con cada mano. Pero justo entonces se dio cuenta que dos ratas, una blanca y otra negra, roían la base de las raíces, poniendo en peligro su vida a cada mordisco. En esa angustiosa situación, un panal que se hallaba en las ramas altas empezó a gotear exactamente en la dirección en que el desafortunado aspirante se hallaba, y éste sacó su lengua y tomó miel hasta que se hastió y tuvo náuseas. Lleno de desesperación y terror, llamó a su maestro espiritual: “¡Oh Maestro, ven y sálvame!” El maestro espiritual, que pasaba cerca de allí, escuchó su clamor y se apresuró a rescatarlo. Llevaba un arco, pudo matar al león y al oso, hizo huir a las ratas y salvó al discípulo del miedo a la muerte. Después lo llevó ante su presencia y le enseñó el sendero de la liberación espiritual.
Esta es la historia de todos ustedes. Este mundo es la selva que ustedes intentan atravesar; el león es el miedo que los obliga a subirse al árbol de las actividades mundanas; la ansiedad es el oso que los aterroriza y los sigue a cada paso que dan, haciendo que se aferren a sus acciones y apegos, colgando de las dos raíces que forman la esperanza y la frustración. Las dos ratas son el día y la noche que van acabando poco a poco con el tiempo de vida que tienen asignado. Mientras están en tal situación, luchan por alcanzar un poco de alegría saboreando las gotas del egoísmo y la posesividad. Cuando finalmente se dan cuenta que esta miel no les concede gozo perdurable, renuncian gritando de agonía en busca de un maestro espiritual. Él aparece, ya sea desde su interior o como alguien ajeno a ustedes, y los salva del miedo y la ansiedad.
Fuente: 7 Maestros Espirituales