El Corazón
El corazón es un órgano sofisticado, un centro para recibir y procesar información, regula el flujo de sangre y controla los vasos sanguíneos; como el intestino delgado separa lo puro de lo impuro. Está recubierto y protegido por el pericardio el cual tiene una función energética asociado al meridiano del Triple Calentador de coordinar, transformar y transportar los fluidos del cuerpo y de regular la temperatura corporal.
El corazón controla el espíritu, la mente, el pensamiento, el habla. Su energía se manifiesta como el fuego, es una energía expansiva, caliente que tiende a elevarse con rapidez
Cuando la energía del corazón está equilibrado se refleja en el amor, la gratitud, el altruismo la tranquilidad ,la serenidad y generosidad, donde sabemos dar y recibir amor, respeto a los demás, su energía expansiva ayuda a tener claridad de ideas, confianza, facilidad de comprensión, asimilación y comunicación. Un buen flujo energético del corazón se refleja en la cara en una piel sonrosada y humectada.
Si hay una insuficiencia de energía la lengua aparece blanquecina, pálida y la persona tiene dificultad para hablar; o oscura y grisácea con puntos rojos cuando hay estancamiento de sangre en el corazón. Las personas pueden sufrir de insomnio, delirio, confusión mental, mala memoria, pérdida de confianza en si mismo y en los demás, temores, sensación de pérdida, posesividad, egoísmo, celos, corazón roto.
Cuando hay un exceso de la energía en el corazón hay sobrexcitación, alegría, euforia, pasión desmesurada, histeria, el humor varia constantemente, fanatismo, la persona pierde control, puede ser influenciable, su comunicación no es comprensible, hablan de prisa o incluso puede trabarse o tartamudear, irregularidades en el ritmo cardiaco como taquicardias, palpitaciones, nerviosismo e insomnio, lengua roja con ulceras.
Según la tradición China, el espíritu (Shen) habita en la frente y en el corazón. En la frente discierne los acontecimientos de la vida y toma conciencia de ellos y en el corazón, el espíritu equilibra los sentimientos y es capaz de expresarlos con sinceridad.