Campana Tibetana
La Campana Tibetana, Oriunda del Tibet, Nepal y Bután, representa el principio femenino, la ‘perfección de la sabiduría’, el Dorje representa el masculino o compasión. Al combinar estos dos cualidades en la campana tibetana, se transforma en un instrumento ritual que simboliza el amor bondadoso y la compasión, así como la sabiduría o el vacío, cualidades indispensables que conducen al estado de buda y a la iluminación. El Dorje o cetro diamantino y la campana, son los dos principales instrumentos musicales más comunes e indispensables en los rituales budistas y representan las cualidades de Buda: indestructible, indivisible, impenetrable, inamovible y portador de resplandor mental para todos.
La campana libera la energía bloqueada y el Dorje la absorbe y la transmuta, por ello siempre deben estar juntos. Al Dorje se le sostiene con la mano derecha y a la campana con la izquierda, representando así la unión inseparable del método y la sabiduría.
Las campanas tienen la forma de una copa invertida y la copa (el cáliz) es una alegoría de lo femenino, del útero universal, creador de la vida, la fuerza y la energía. A lo largo de la historia se han hecho de variados materiales como el hierro, aleación de bronce que tenga cuatro partes de cobre y una parte de estaño , de barro cocido, de madera y hasta de cristal. Los fundidores, a menudo eran guiados por alquimistas o magos en su elaboración obteniendo campanas con efectos o poderes especiales debido a las vibraciones que podían obtener.
En la tradición oriental la relajación y la meditación son fundamentales, en las cuales la respiración, la postura y la música son importantes. Las campanas tibetanas o campanas de canto se han utilizado en el Tíbet y Nepal por los monjes budistas para la curación, la oración, la meditación, durante las ceremonias rituales y en las ofrendas sagradas a todos los seres, como también se utilizan en iglesias y para llamar a los Ángeles.
El efecto de la sutil vibración de la campana es percibido por todo el cuerpo, de lo cual deriva su uso terapéutico ya que nos ayuda a relajarnos y a tener una mejor comunicación con nosotros mismos y con nuestros guías espirituales. Al hacer sonar la campana mediante el Dorje, emite un sonido similar a la sílaba sagrada en el budismo OHM que lleva con su vibración a la armonía de los cuerpos y de los centros de energía. Su sonido se usa para armonizarnos antes y después de un tratamiento y para limpiar áreas de energías, cargas o influencias negativas. También es usada para balancear nuestras energías femeninas y masculinas.
En algunas disciplinas como el yoga o el Tai Chi se considera que las enfermedades son bloqueos de la energía en determinadas partes de nuestro cuerpo que sólo puede romper la vibración de la campana tibetana. En dichos casos, el maestro mueve la campana alrededor de nuestro cuerpo para que su melodía limpie nuestra energía vital o “Chi” y desbloquee aquellos nudos que tenemos y nos provocan dolor o padecimientos, bien sean físicos, psíquicos, anímicos o mentales.
El uso de la campana y del dorje difiere según el ritual realizado. El dorje se puede utilizar para la visualización o evocación de los dioses y haciendo sonar la campana puede representar la enseñanza del dharma, y también puede ser una ofrenda de sonido. Como un ejemplo de su uso, durante la meditación el dorje se coloca en el pecho del practicante, lo que significa que se lleva a Vajrasattva el meditador, y se convierten en uno e inseparable. Sonando la campana se representa el sonido de la enseñanza de Buda y simboliza el logro de la sabiduría y el entendimiento de la vacuidad.
Las vibraciones puras y relajantes creadas por las campanas también se utilizan para purificar las influencias negativas, aumentar la energía positiva y restaurar la armonía y el equilibrio. Las campanas de canto suelen sonar antes de la oración y la meditación, para despejar la mente de los asuntos mundanos y disipar el estrés y la tensión. Al igual que la campana de la iglesia, la campana de la mano budista envía el mensaje a los espíritus negativos que deben mantenerse lejos del área donde se consagró el ritual realizado.
Las campanas suelen estar compuestas por una aleación de siete metales que se relacionan con siete planetas, de acuerdo con la Astrología tibetana: Oro relacionado con el Sol; Plata con la Luna, Cobre con Venus, Plomo con Saturno, Estaño con Júpiter, Hierro con Marte y el Mercurio con el planeta Mercurio. Su sonido es de una gran riqueza de armónicos y logra permanecer largo tiempo en el vacío. Esto es debido a la estudiada aleación de metales y una fundición cuidadosa que tan sólo los artesanos tibetanos son capaces de conseguir.
En la parte superior de la campana y dentro de un rosario interior de perlas, se encuentra el grabado de la flor de loto de ocho pétalos con ocho sílabas inscritas en el alfabeto tibetano. Los pétalos del loto, representan a los ocho grandes Bodhisattvas o discípulos del Buda y las ocho sílabas del mantra, simbolizan a sus ocho consortes como las diosas que hacen ofrendas con la siguiente distribución:
Este, la diosa que ofrenda belleza, representada por la sílaba Tam.
Sureste la diosa que ofrenda flores, representada por la sílaba Mam.
Suroeste la diosa que ofrenda incienso, representada por la sílaba Pam.
Oeste, la diosa que ofrenda música, representada por la sílaba Mam.
Noroeste la diosa que ofrenda luz, representada por la sílaba Tsum.
Norte, la diosa que ofrenda la danza, representada por la sílaba Pam.
Noreste, la diosa que ofrenda perfume, representada por la sílaba Bhum.
En la base y parte superior del mango de la campana, generalmente se representan tres collares de perlas que simbolizan las 6 actitudes: paciencia, generosidad, moralidad, entusiasmo perseverante, concentración y sabiduría. En algunas campanas, el florero de la larga vida es substituido por un anillo abierto por el que se introduce el dedo medio o anular, el cual representa la sabiduría del vacío del cuerpo de la diosa Prajñaparamita (perfección de la sabiduría). Sobre el florero de larga vida se coloca la cara de esta diosa, para simbolizar la absoluta sabiduría de todos los budas.
El sonido de la campana se despliega en:
7 notas musicales correspondientes a los
7 colores en que se despliega también la luz, es decir a los
7 rayos que sostienen la existencia.