Almas Gemelas

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En el principio de los tiempos, el Padre, Madre, Dios, en su infinito amor al crearnos nos dividió en dos para que cada uno pudiera experimentar y evolucionar a través de diferentes cuerpos, de vidas separadas, de dos conciencias; cada uno con una cualidad especial y única que necesitan vivir desde el principio, el camino y el proceso de retorno a la fuente, al Padre, liberando karmas que estuvieran en contra de su evolución.

Al nacer no somos conscientes de lo que verdaderamente somos, nacemos y necesitamos las experiencias de vida  que complementan la otra alma, que unidas fluyen en un solo ser que por separado jamás lograrían un pleno desarrollo. Así nació la razón de las almas gemelas las cuales tienen una vibración, una resonancia similar, es el compañero inseparable, tú mismo, en otro cuerpo, insustituible por ninguna otra alma en todo el universo y es esa frecuencia interna la que tarde o temprano las guía a buscarse para un reencuentro inevitable.

 En algunos casos estas almas  por su estado evolutivo no están preparadas para reconocerse o simplemente no se encuentran en esta encarnación por su estado de inconsciencia. La unión de las flamas gemelas tienen los mismos intereses, su atracción no es solo física, fluye en ellas la ternura y la necesidad de expandir la energía de sus corazones, su amor trasciende la materia, el tiempo, la edad, la raza, los credos, las distancias. Son uniones que no están basadas en la individualidad, el egoísmo, los apegos, la manipulación, los sentimientos de celos o posesión.

En algunos casos si se encuentran son solo para vivir algunas experiencias necesarias en su proceso de crecimiento y desarrollo interno para después separarse y así depurar, sanar e integrar las emociones, sentimientos, pensamientos, y transmutar procesos karmicos.

Ambos se buscaran en las diferentes encarnaciones, o en recuerdos sin poder recordar, pero en su interior saben que nunca están separados, un hilo de luz divina siempre los mantendrá unidos en el corazón con una seguridad interna de que existe un ser que es parte de sí mismos pero que a veces al estar velados es solo un vago recuerdo. Ambos pasan por procesos y pruebas similares hasta que puedan asimilar y comprender las vivencias solo a través del amor incondicional y el respeto mutuo, elevando su consciencia para poder experimentar ese amor en su máxima expresión, donde no existan relaciones conflictivas o sentimientos o emociones de baja frecuencia, donde solo se genere amor en sus diferentes manifestaciones y en su más alta expresión en un nivel de conciencia superior.

Poco a poco van comprendiendo la razón y el propósito de la separación inicial, el porqué de la espera permanente y del vacío inexplicable en su corazón, y comprender que las experiencias pasadas fueron preparando el camino y el momento para el reencuentro.

Para cada alma su mayor anhelo es crecer espiritualmente, se incentivan y apoyan mutuamente en ese crecimiento personal donde no existe el egoísmo ni la individualidad, donde existe una necesidad interna de servicio, de entrega, como una misión de vida, de luz, de consciencia en continua fusión y unión en el Padre. Son almas que se complementan en todos los sentidos, se aceptan como son, se respetan aun en sus diferencias y buscan aclarar y solucionar las dificultades con amor, humildad, generosidad y respeto el uno por el otro.

Dentro del misticismo algunos mencionan que las almas gemelas se reconocen en la mirada, en el brillo de sus ojos, la paz que generan y entregan, la emoción que se siente al conocer a determinada persona o percibir o recordar que se han compartido diversas encarnaciones.

Por nuestras necesidades y debilidades fácilmente podemos caer en enamoramientos, relaciones o procesos mentales que no tienen nada que ver con la verdadera gemelitud, pues son solo percepciones de tercera dimensión, carencias o ausencias en nuestras vidas de paz, amor o bienestar.

Solo nuestro corazón, nuestro ser interno podrá guiarnos, donde una visión más espiritual y cósmica gire en torno a nuestra existencia, no como seres humanos sino como seres de luz y no dejarnos llevar por  percepciones desde nuestro ego donde existen los deseos, las creencias, los miedos, las necesidades o las obsesiones las cuales pueden confundirnos y llevar a situaciones que creen más procesos karmaticos.

Algunas veces cuando estamos cerca de nuestra alma gemela la sensación que se experimenta es totalmente diferente a la que se ha experimentado con otras personas, algunos la reconocen desde el primer momento que la ven sin saber cómo llamar a esa sensación o percepción o en algunas ocasiones se puede sentir incomodidad sin saber cuál es la razón.

Cuando la vibración de uno de ellos es mal alta, empieza a hacer resonancia y elevar la frecuencia del otro, creando un movimiento energético que los envuelve, retomando una sensación de unión profunda, ser algo más que esos cuerpos físicos, donde no hay caprichos o querer ver o sentir lo que no existe, es una conexión inmediata que no puede explicarse fácilmente, solo tu corazón  podrá percibir su existencia, su anhelo, donde su libre albedrio los lleva a ese reencuentro, a esa fusión de almas eternas.

 “Cuando mires a los ojos a otra persona, y veas tu propia alma reflejada, entonces sabrás que has alcanzado otro nivel de conciencia”. 

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