Tres tipos de escucha
En la corte de un rey, estaban sentados los ministros, sabios y artistas, en sus respectivos lugares. El rey y sus subalternos se habían ganado una buena fama por su sabiduría y astucia. Un día llegó a la corte un honorable visitante. Fue muy bien recibido con todos los honores. El rey le preguntó: “¡Oh señor! ¿Puedo saber qué lo trae por acá? Estamos muy contentos con su presencia”. El visitante respondió: “¡Oh rey! Su corte tiene muy buena reputación por su astucia y sabiduría. He traído tres hermosas muñecas y me gustaría que sus ministros las analizaran y me dijeran cuál es la mejor”.
El rey llamó a su ministro de mayor edad y le pidió que examinara las muñecas. Al mirarlas rápidamente, le pidió al mensajero real que le trajera un alambre delgado. El ministro introdujo el alambre por la oreja derecha de una de las muñecas y salió por la otra oreja. Entonces la puso a un lado. Tomó otra muñeca y nuevamente introdujo el alambre por la oreja derecha y salió por la boca. Puso esta muñeca a un lado también. Tomó la tercera muñeca, insertó el alambre y no salió ni por la oreja ni por la boca. El rey y los demás cortesanos estaban viendo la escena con mucha expectativa. El ministro, rindiendo los debidos honores al ilustre visitante, le dijo:
¡Oh señor! De las tres muñecas, la mejor es la tercera, pues todas ellas representan los tres tipos de escucha. Hay tres tipos de oyentes en el mundo. El primero escucha todas las palabras, solamente para dejarlas pasar por sus oídos. El segundo escucha y recuerda bien, sólo para repetir o que ha escuchado. El tercero escucha, retiene lo que ha oído y lo atesora en su corazón para ponerlo en práctica. Éstos últimos son los mejores escuchas.
Fuente: 7 Maestros Espirituales