La Semilla
Cuando justo lo daba todo por perdido,
es cuando encontré aquello que siempre estuve buscando.
Ahora ya no me siento solo,
ya encontré dentro de mí a un gran tesoro.
No son perlas, diamantes, dinero ni oro,
son águilas que vuelan libres por la nada, por el todo.
Todos los días agradezco cantando a la montaña,
yo le canto y le canto, y allí es cuando
una voz muy anciana me habla.
Esa voz recita profundas poesías
para que las integre en mí y luego así pueda compartirlas.
Tan solo me limito a escribir alguna de sus celebres frases,
tan solo para compartiros algunos de tan sabios mensajes.
Y dice cosas como estas:
Uno puede pasarse la vida quejándose
de todo aquello que ve y no le gusta,
o puede agradecer la vida
por tan solo el simple hecho de poder vivirla.
Primero dime qué es lo que ves
y desde qué lugar lo miras,
allí es donde yo podré saber la amplitud de tu mirada,
sabré si tu visión es la de la hormiga, la del lobo o la del águila.
La mayor poesía que puedas llegar a escuchar nunca
es aquella que oigas cuando todo esté en silencio.
Las palabras que te diga, o te digan,
se las lleva el mismo viento,
solo son los hechos que las prosiguen
las que demostrarán si ellas eran ciertas.
Para poder ser libre, primero uno debe liberarse.
La semilla cómoda enterrada está en la tierra,
pero una gota de agua de su inmensa siesta la despierta.
La gota le hace preguntarse el porqué de su existencia,
entonces todos sus cimientos tambalean.
Cuando el camino parece detenerse
es cuando realmente empieza el gran viaje,
el viaje a la profundidad de uno mismo,
y es allí donde solo aquello que tu corazón te diga es lo cierto.
Esa semilla deberá elegir si seguir segura en su cómoda morada,
o salir a lo desconocido, al peligro que afuera le aguarda;
pero ella, decidida, decide abrir su cáscara,
pero solo ante la oscuridad se ve inmersa.
Pero ella es valiente y de la misma tierra coge fuerza,
deberá esquivar rocas, palos, huesos y capas de arena;
pero ella tiene fe y confianza en sí misma y en la vida misma.
En las raíces reside el corazón del árbol.
En plena oscuridad reside el corazón del árbol.
En tu oscuridad reside tu conciencia.
Adéntrate en ella como las raíces lo hacen bajo Tierra.
Adéntrate en ella como las raíces lo hacen bajo Tierra.
Arnau de Tera