Ser Interno
Tu ser interior es tu esencia Divina, la presencia de Dios en ti. Posee toda la sabiduría, comprensión y fuerza que necesitas y que encontrarás al buscarlo con anhelo en tu interior. Se le conoce también con los nombres de Ser, Presencia divina o tu Yo Soy.
Tu ser interior es tú alma o yo superior, tu consciencia, es tu fuente ilimitada, no es algo que tienes, es lo que realmente eres, con las mismas cualidades de Unidad, Sabiduría, Verdad, Alegría, Amor de la Conciencia Infinita de Dios. Es tu conexión con el universo y con la consciencia más alta, el Ser Infinito.
En muchas ocasiones nos sentimos y vivimos como si nuestra realidad fuera solo física, o el conjunto de nuestro cuerpo físico con nuestras emociones, sentimientos y pensamientos. Nos identificamos con las vivencias y son estas experiencias a las que les damos mayor importancia, quedando a veces atrapados en ellas, como en un remolino de emociones repetitivas, entre estados que oscilan constantemente sin poder lograr un equilibrio y olvidas que en realidad eres más que un cuerpo con emociones, sentimientos y una mente racional con sus pensamientos.
Cuando reconoces en ti tu verdadera esencia, y permites que fluya todo este potencial hacia el exterior podrás disolver todas las viejas estructuras, programaciones, los miedos que te limitan y te atrasan en tu desarrollo como ser espiritual.
Una de las formas más sencilla de empezar a conectarte con tu ser interior es la observación sin juicios. Puedes observar tus diálogos mentales, tus actos, para poder comprender tus comportamientos o costumbres habituales; cuáles son tus preocupaciones, que te falta, cuáles son tus emociones negativas, tus debilidades o temores, cómo respondes a las opiniones o manipulaciones de los demás y cómo influyen en tus diferentes cuerpos.
Cuando solo estás observando, puedes apreciar tus cualidades, tus potenciales, como también darte cuenta donde no hay armonía, sin dejar que tus emociones o pensamientos te afecten, te conectas con tu guía interna, haces consciencia de tus procesos, dejas que tu intuición, tu interno te guíe, fluyes en él, y aprendes a escuchar en silencio las respuestas simples, genuinas de tu ser para reconocer y transformar todas estas emociones-pensamientos y restaurar el equilibrio que necesitas, logrando un estado de paz, tranquilidad, alegría, belleza y armonía que es lo que verdaderamente somos, el estado natural de tu ser, aun en los momentos más difíciles.
A través de la meditación y a ser perceptivo a las diferentes manifestaciones que llegan a través de una sensación, una intuición, un “lo se”, puedes de una manera sencilla aprender a conectarte con tu interior. No es el proceso mental, racional que viene después tratando siempre de cuestionar, sembrando dudas y temores, el ego que no puede permitir que creas en tu verdad, en ti, que eres mucho más que la mente en negativo generadora de caos.
La luz, la claridad, la armonía que encuentras a través de tu conexión con tu ser interno es una fuente siempre presente y disponible de alegría, gozo, amor, para que puedas nutrirte y ser en ella, una puerta que tendrás siempre abierta en momentos de debilidad o dudas.
Cuando verdaderamente vayas más allá de los deseos y necesidades de tus cuerpos físico, mental y emocional a un reencuentro con tu divinidad, tu interior será reflejado hacia el exterior con tú luz, corazón, conciencia, alma, y espíritu, sin divisiones; tu ser, en uno, expresado en su totalidad.