La Palabra mágica
“Aprended a hablar con amor y dulzura, no solo a los seres humanos sino también a los animales, a las flores, a los pájaros, a toda la naturaleza, pues es una costumbre divina.
El que sabe pronunciar palabras que inspiran, que vivifican, posee una varita mágica en su boca, y nunca pronuncia estas palabras en vano porque siempre en la naturaleza, uno de los cuatro elementos, la tierra, el agua, el aire o el fuego están ahí, atentos, esperando el momento de realizar todo lo que hemos expresado.
Así como el viento transporta las semillas y las siembra muy lejos, también nuestras buenas palabras vuelan y producen lejos de nuestros ojos resultados magníficos. Si aprendéis a dominar vuestros pensamientos y vuestros sentimientos, a poneros en un estado de armonía, de pureza, de luz, vuestra palabra producirá ondas que actuarán benéficamente sobre toda la naturaleza.”
Omraam Mikhael Aivanhov
“Reglas de Oro para la Vida Cotidiana”