La Paz
Te obedezco en el templo de la disciplina.
Te amo en el templo de la devoción.
Te adoro en el templo de mi amor.
Toco tus pies en el templo de la calma.
Miro tus ojos en el templo del gozo.
Te siento en el templo de la emoción.
Lucho por alcanzarte en el templo de la meditación.
Gozo tu presencia en el templo de la paz.
La paz fluye a través de mi corazón y sopla a través de mí como un céfiro.
La paz me penetra como una fragancia.
La paz se difunde a través de mí como rayos de luz.
La paz anula en mí toda incomodidad y todo ruido.
La paz ha disipado en mí toda inquietud.
La paz, como un globo de fuego, se extiende hasta colmar mi omnipresencia.
La paz, como un océano, ondula mi espacio entero.
El perfume de la paz flota sobre los jardines de rosas.
El vino de la paz corre perpetuamente en los lagares de todos los corazones.
La paz es el sustento de las rocas, de las estrellas, y de los hombres sabios.
La paz es la ambrosía del espíritu que fluye del ánfora del silencio, y de la cual bebe a grandes sorbos mi ser entero.
¡Qué todos los seres vivan felices y en paz!
Paramahansa Yogananda
Meditaciones Metafísicas