Gracias
Cada día que me despierto es una bendición. Sin abrir mis ojos, soy consciente que inhalo y exhalo vida y solo doy gracias a Dios por su bondad y misericordia al permitirme ver una vez más ver la luz dl un nuevo día.
Gracias Padre, por todas las pequeños detalles que me ofreces a diario, por tu guía sabia, tu amoroso abrazo que siempre me sostiene y por tu protección con la que siempre cubres a mí y a mi familia. Soy muy bendecida! Amen
Elizais