Las palabras seguramente no me alcanzarán para expresar todo el amor que siento por la maestra Eli.

Ser iniciada en el Reiki ha traído paz y amor a mi vida, y asimismo, he podido compartir de toda esta armonía con otros. Para mí ha sido una bendición encontrarme en el camino con la maestra, pues ella me mostró y enseñó a mi maestro Yogananda, que para el momento de ser iniciada no conocía, pero que gracias a la energía mágica que se comparte en presencia de Eli, pude presenciarlo en una meditación que para ese momento, era un regalo del cielo.

Entrar en la energía universal del alma ha sido para mí el regalo más preciado, pues en este camino de entendimiento y construcción constante he aprendido a meditar y con esto escuchar mi intuición, a elevar también mis sentidos a un nivel más cósmico, gracias a las enseñanzas de Eli y su constancia y guía en nuestros caminos.

En el Reiki y los primeros 21 días de autoreiki, sentí a mis ascendidos y sé que esto fue posible porque la maestra me ayudó a abrir canales energéticos con su guía y sus virtudes poderosas, que para mí lo son, porque existe en mí una mujer antes y después de conocer a la maestra Elizabeth Illera Lattke, por eso vivo agradecida ella y el sendero que nos cruza constantemente.

Gracias Eli, sé que no te gusta que te digan maestra pero, tú lo eres para mí.

Namaste.